NIEVE
El cuarto se animó de repente y el amplio ventanal del mirador
mostró nieve en abundancia y rosas rojas
calladamente contiguas e incompatibles:
el mundo es más repentino de lo que imaginamos.
El mundo es mucho más bizarro de lo que pensamos,
incotregiblemente plural. Yo pelo y corto una mandarina y escupo las semillas y siento
la embriaguez de lo diverso entre las cosas.
Y el fuego arde con un sonido crepitante porque el mundo
es más malicioso y alegre de lo que uno supone
-por la lengua los ojos las orejas las palmas de la mano-.
Hay más que vidrio entre la nieve y las espléndidas rosas.
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