martes, 12 de noviembre de 2013

Vas a casa esta noche,
a tu casa de invierno,
a tu casa de otoño, de primavera y verano:
vas a casa esta noche,
a tu hogar perpetuo,
a tu lecho intemporal,
a tu sueño eterno.
Duerme, duerme, y echa fuera tu pena;
duerme, duerme, y echa fuera tu pena;
duerme, duerme, y echa fuera tu pena;
duerme, amado, en la Roca del aprisco…
La sombra de la muerte
está en tu rostro, amado,
pero Jesús tiende su mano sobre ti;
en la proximidad de la Trinidad
se desvanecen tus dolores,
Cristo está ante ti y la paz está en su mente.
Duerme,
oh duerme en la calma de las calmas,
duerme, oh duerme en la guía de las guías,
duerme, oh duerme en el amor de los amores,
duerme, oh amado,
en el Señor de la vida,
duerme, oh amado,
en el Dios de la vida.

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